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Sin marcas
Complementa tu look con ésta divinidad de cuello que enmarcará tu rostro de la manera más perversamente elegante. Y es que... ¿hay algo más hermoso que una mala malísima?
Los cuellos isabelinos estuvieron muy en boga en la moda europea de los siglos XVI y XVII, y abarcan muchísimas formas y materiales. Desde las gorgueras plisadas hasta este tipo de semicircunferencia que enmarcaban el rostro, hacían de quien la portaba epítome de la elegancia y la nobleza en el vestir. Normalmente se realizaban con gasas de seda, algodones de la mejor calidad, encajes de flandes, y se sostenían con un sistema de alambres o bien se almidonaban con diferentes sustancias naturales, que se endurecían al secarse con calor.
Nuestra versión está realizada con un finísimo encaje, rematado con raso. Le hemos dado una vuelta y hemos hecho de lo regio, lo endiabladamente elegante.
Está emballenado para que no pierda la forma y se ata por detrás de los brazos con una cinta de raso.
¡¡Hazte con el tuyo!!